Lideran 40 municipios ordeña de combustibles

El Ejército tiene focalizado que el mayor número de tomas clandestinas para el robo de combustible se ubica en 40 municipios del País.

El problema más grave se tiene en León, Salamanca, Irapuato, Pénjamo y Silao, en Guanajuato; en Altamira, González y Tierra Blanca, Tamaulipas; en Cuitzeo, Michoacán, y Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco.

Un reporte de Sedena, entregado vía Transparencia a REFORMA, con fecha del 7 de enero, señala que, al cierre de 2018, los soldados dieron cuenta de 6 mil 333 piquetes a ductos de Pemex.

El Ejército tiene focalizada la ordeña en 40 municipios de Tamaulipas, Guanajuato, Baja California, Sinaloa, Jalisco, Veracruz, Hidalgo, Edomex, Tlaxcala, Puebla, Morelos y Michoacán.

«El robo va en ascenso, sobre todo en municipios donde no teníamos esa afectación. Esos movimientos de los criminales de un ducto a otro se deriva de la implementación de operativos», dijo a REFORMA un General de Brigada en activo.

#Daña ordeña red de distribución

Municipios que no figuraban en el mapa del huachicol, son ahora considerados focos rojos por las fuerzas armadas.

En esas localidades, el hallazgo de una toma clandestina era una posibilidad remota, pues la ordeña a ductos de Pemex se concentró en estados como Veracruz, Puebla y Tamaulipas.

De acuerdo con un reporte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) 40 municipios ya prendieron alertas por la manera en que las tomas clandestinas comenzaron a proliferar en los últimos dos años.

«El caso de Tecate, en Baja California, claro que nos debe de poner a trabajar, porque ese municipio el personal no encontró más que cinco tomas en 2015 y nos cierra 2018 con 39 tomas, ya le encontraron el modo a ese ducto y seguro va a seguir subiendo», indicó a REFORMA un General de Brigada.

El Ejército apoya a Pemex desde el sexenio de Vicente Fox en el combate al robo de combustible a Pemex, no obstante, desde 2012, con los convenios de seguridad con la empresa, los soldados comenzaron a contabilizar estos hallazgos.

Axapusco y Otumba, en el Estado de México, pasaron a ser focos rojos luego de que en el primero, el Ejército detectó dos tomas clandestinas en 2015 y 120 en 2018 y el segundo pasó de las tres tomas ilegales a los 139 puntos de ordeña.

«Y ahí vienen otros municipios en el Estado de México que van a comenzar a dar problemas, uno de ellos es Ixtlahuaca, Huehuetoca y Teotihuacán, donde se debe trabajar desde ahora», alertó.

En Hidalgo, Cuautepec se disparó a las 233 tomas clandestinas en 2018, cuando en 2015 apenas el Ejército reportó tres piquetes a ductos, mientras que Tlajomulco, en Jalisco, pasó de 12 tomas clandestinas en 2015 a 157 en 2018.

Michoacán, una entidad que estaba apartada de los huachicoleros, comenzó a resentir la ordeña en Cuitzeo, que cerró 2018 con 512 tomas clandestinas localizadas por las tropas militares. Copándaro y Tarímbaro, que no existían en el mapa del huachicol, reportaron 177 y 176 respectivamente.

Morelos también brincó a los militares, en especial el municipio de Huitzilac, que pasó de reportar una toma clandestina en 2015, cero en 2016 a 128 en 2017. El año pasado registró 83 debido a las operaciones militares, lo que llevó a los huachicoleros a voltear hacia Cuernavaca.

De la noche a la mañana varios municipios de Puebla comenzaron a repuntar en la ordeña a ductos, como San Martín Texmelucan, que pasó de las dos tomas clandestinas localizadas por soldados en 2015 a las 228 en 2018.

En Sinaloa, azotado por los huachicoleros en 2015, principalmente en Culiacán y Mocorito, ahora se centraron en el tramo del municipio de Salvador Alvarado que pasó de tres tomas a 81 el año pasado.

Hasta el cierre de 2018 Guanajuato lideró la ordeña al poliducto de Salamanca-Tula, principalmente en los tramos que atraviesan Irapuato, Salamanca, Pénjamo y León, y en donde la violencia reportó los picos más altos.

En Jalisco repuntan los municipios de Zapotlanejo y Tlajomulco.

En ambos estados de la República los poliductos de 16 pulgadas «Salamanca-León» y «Salamanca-Jalisco», con una operación de 23 mil y 80 mil barriles al día, son constantemente saboteados por los huachicoleros.