Productores de diversos alimentos en los estados de las costas mexicanas y aledaños a las mismas, además de legisladores, advirtieron de severos daños en las cosechas que se han visto impactadas directa o indirectamente por los huracanes que han golpeado el territorio mexicano en los últimos años, y por las alteraciones climáticas enfrentadas en otras temporadas, como la sequía.
El impacto se ha dado en cultivos de identidad nacional, como el café y el maíz, pero también en las cosechas de algunos frutos de la región, como el mango y, en algunas zonas, la afectación ha sido constante y consecutiva por el paso de los ciclones, como es el caso de la región de la Costa Chica de Guerrero.
Consultadas por La Razón, personas dedicadas al campo en Guerrero, recientemente impactado por el huracán Erick y ahora por la tormenta Flossie, y antes por Otis y John, así como Veracruz y Puebla, que padecen lluvias intensas desde hace más de tres semanas y que se mantendrán por la tormenta Barry recién formada, expusieron los daños y riesgos a sus plantíos.
Uno de los ejemplos de la devastación es el punto conocido como Hacienda Las Petacas, en el municipio de San Nicolás, en la Costa Chica de Guerrero, cuya producción de mango y otros productos se vio afectada con los fuertes vientos que arrasaron los cultivos.
Imágenes publicadas en sus redes sociales por el diputado federal guerrerense Marco Antonio de la Mora muestran árboles de mangos arrasados, sin hojas ni frutos y con centenares de ramas regadas en el campo y los caminos, lo que se suma a la destrucción de las viviendas de familias de la comunidad, en su mayoría mixtecas, que con esto perdió su principal fuente de empleo.
“Es increíble la devastación que hay de esta zona manguera, de las más importantes del estado (…) Vean nada más la devastación de todos estos árboles. Verdaderamente te deja sin palabras y se recorre por toda esta área, es inmensa (…) La población dice que este huracán —Erick— fue más fuerte que John, que vivimos hace menos de nueve meses”, lamentó.
3 años seguidos afectan huracanes a Guerrero
También en Guerrero, productores de maíz que pidieron no se revelara su nombre expresaron su preocupación por el futuro que les espera, debido a que éste es el tercer año consecutivo que ven sus cultivos perjudicados: en 2023, por Otis; en 2024, por John, en lo que va del 2025, ya por las fuertes lluvias y vientos que dejó el primer huracán de alta intensidad, que fue Erick.
“Si ya cada año va a ser esto, ¿de qué vamos a vivir? Ni modo que construyamos muros y tapemos lo que sembramos; necesitamos el sol, que no se deslave la tierra, que no se caigan los árboles”, dijo una de las afectadas.
Y es que incluso desde las redes sociales se han expuesto los daños de diversos cultivos en Guerrero, donde árboles de papayas, platanares y también de café fueron arrasados por los vientos que han acompañado el impacto de los ciclones.
Una situación semejante es la que padecen en la sierra norte de Puebla. Jorge, cafetalero de la región, estimó que luego de que en el corte pasado vendieron su café al mejor precio, que no habían recibido en mucho tiempo, su cosecha de este año resultará en una pérdida del 50 por ciento debido a tres meses de sequía que, aunque las lluvias de las últimas semanas ayudarán a paliar en algo, ya llegan tarde, pues la falta de agua previa provocó que las floraciones necesarias para un buen ciclo no se dieran.
“Es en marzo, abril y mayo cuando la planta florea, no hubo y es donde nos afecta. Ya pasó la temporada de floración y no va a haber cosecha para el siguiente año, habrá muy poquita… Los cambios climáticos han estado muy variables, que ahorita nos llueve cuando no necesitamos y cuando la necesitamos no nos cae”, explicó.
Pero ésta es sólo una parte del riesgo para los productores de café en esta región, que también alcanza al territorio veracruzano, donde la continuidad de las lluvias intensas mantendrá preocupados a los productores porque, explicaron, deben ayudarse de tratamientos antifúngicos por el exceso de humedad que se genera, lo cual representa un gasto adicional.
“Llega a haber enfermedades de las plantas por exceso de agua y eso afecta principalmente a las hojas y de ahí se va al grano y de allí hay una pérdida, no total pero sí de un 20, 30 por ciento, a lo mejor un 60 si no se atiende”, dijo el productor.
Debido a la inestabilidad climática, advirtió que otras de las preocupaciones llegan a ser las complicaciones para secar el café, pues no todos los cafetaleros cuentan con la maquinaria para el proceso y dependen de los asoleaderos y sus azoteas para conseguirlo, pero los días nublados y con llovizna que se han presentado tras la temporada de corte a finales e inicios de año complican ese paso e incluso llegan a dañar el producto, haciendo que se malbarate.
“Cuando está en su punto el corte es cuando a veces se nos cae la llovizna con exceso de frío… El problema es que quienes no contamos con la maquinaria necesaria, nos las vemos muy duras porque tenemos que malbaratar nuestro café a los intermediarios… Con esos climas no se puede y el café, si lo deja uno húmedo, amontonado, pierde su calidad porque agarra un mal olor y ya es un café de mala calidad. Entonces, para no hacer eso, pues lo tenemos que vender al precio que esté corriendo. A veces el intermediario se aprovecha de nosotros los productores porque nos ve con la necesidad de que lo tenemos que vender, porque no tenemos dónde secarlo”, contó.
Luis Hernández, productor también de café, refirió que las complicaciones con los plantíos dependen de la altura de la región en que se encuentren y, entre menor sea ésta, es cuando se enfrentan mayores complicaciones.
Expuso que las condiciones de humedad dadas por las temporadas extendidas de lluvias y humedad extraordinaria obligaron a cambiar la variedad de plantas, modificación generada por enfermedades fúngicas como la roya.
“La roya fue lo que obligó a cambiar de variedad. Eran arábicas y ahora son robustas, porque hubo mucha roya y ataca mucho a las arábicas”, dijo.
Desde la semana pasada, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) inició un censo para identificar los daños al sector agropecuario en la región y, aunque fue consultada sobre los avances de dicho proceso, hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
Flossie pega al Pacífico y Barry en el Atlántico
› Por Yulia Bonilla
Paralelamente y desde dos puntos distintos, las costas mexicanas están siendo impactadas por un par de tormentas con probable intensificación a huracanes que se formaron en los océanos Atlántico y Pacífico, las cuales trajeron y mantendrán las intensas precipitaciones y riesgos de inundaciones y deslaves, razón por lo cual se restringió la movilidad de la población en estados como Guerrero y Veracruz.
Barry, formada en el Atlántico, impactó a las 19:00 horas de este domingo en el municipio de Tampico Alto, en Veracruz y sus efectos alcanzaron las fuertes precipitaciones en los estados de Puebla, Tamaulipas y San Luis Potosí. Ante la situación, el gobierno de Veracruz activó la alerta amarilla, que representa peligro moderado para la región norte.
“Esta fase indica que el ciclón está próximo a impactar tierra, por lo que se exhorta a la población a reforzar su preparación: proteger puertas y ventanas, preparar una mochila de emergencia con documentos importantes, alimentos no perecederos y agua, además de ubicar su refugio temporal más cercano y conocer las rutas de evacuación”, llamó el estado.
La alerta advirtió afectaciones por lluvias y vientos para más de 50 municipios veracruzanos y se insistió el llamado a la población para que no baje la guardia, así como acatar las indicaciones que den las autoridades en caso de que se pida evacuar alguna zona. Al respecto, la Secretaría de Educación estatal anunció la suspensión de clases en 51 municipios.
Cabe resaltar que, hasta las 21:00 horas, no se habían dado reportes oficiales. No obstante, habitantes de las zonas afectadas por las lluvias que acompañan la tormenta comenzaron a compartir imágenes de deslaves carreteros, razón por la cual algunos exigieron que la suspensión de actividades se decrete en toda la entidad.
Por otro lado, hacia las 9:00 horas de ayer, la depresión tropical Seis-E ya se había intensificado a tormenta tropical, asignándole el nombre de Flossie, pero durante la noche la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo y Laura Velázquez Alzúa, coordinadora nacional de Protección Civil, ratificaron que la depresión evolucionará a huracán dentro de las próximas 24 horas.
“Se espera que se desplazará paralelo a las costas de Guerrero, Michoacán y Colima; el día martes será cuando se encuentre más cercana a las costas de México —Michoacán y Jalisco—. Se extiende zona de vigilancia por efectos de tormenta tropical desde Zihuatanejo, Guerrero”, especificó la mandataria.
Autoridades advirtieron que Flossie ocasionará lluvias torrenciales en Oaxaca, así como intensas en Guerrero y Michoacán, que apenas hace un par de semanas padecieron el impacto del huracán Erick, que golpeó como categoría tres.
Debido a las condiciones que se esperan para la región, la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, pidió a la población mantener una movilidad moderada, especialmente en la Costa Chica, Costa Grande y Acapulco, al ser los puntos en donde se prevé que se intensifiquen las lluvias durante la madrugada.
Autoridades guerrerenses anunciaron la suspensión de clases y actividades administrativas en las regiones de Acapulco, Costa Chica, Costa Grande y la sierra.
La mandataria estatal llamó a la población a no salir si no se trata de una urgencia, no acercarse al mar debido al oleaje elevado que se pronosticó, ni tampoco cruzar ríos, arroyos ni calles inundadas. También exhortó a la población a mantener lista una mochila de emergencia y tener ubicado el refugio temporal más cercano, los cuales fueron instalados desde el mes pasado, por la llegada del huracán Erick.
Como medida preventiva, se desplegó un operativo de seguridad en algunos puntos del estado para asistir a los automovilistas y realizar patrullajes preventivos. Temerosos de que haya una intensificación rápida de la tormenta, habitantes de Acapulco, Coyuca y otros puntos de Guerrero afectados por los anteriores huracanes, reactivaron los grupos de WhatsApp en los que compartieron las listas de los refugios, oraciones y consejos que les han servido para no volver a quedarse sin ventanas, puertas o láminas que los desastres ocurridos desde 2023 les han quitado.