Carlos Santana movido por la fe

CIUDAD DE MÉXICO.

Tras su presentación en la vigésima edición del festival Vive Latino este fin de semana, Carlos Santana aprovechó su estancia en nuestro país y presentó temas de su más reciente producción Africa Speaks (África habla), que está inspirada en el continente que, dijo, desde niño le ha llamado la atención.

Con este disco quiero transmitir más armonía, más belleza y unión, y no paredes ni murallas, solamente puro corazón. Yo soy mexicano, pero mi fascinación primera siempre ha sido la música africana. De la música africana viene el futuro.

He ido a África , donde la gente está muy pobre pero en cuanto empiezan a tocar música son más ricos que los ricos, porque saben cómo gozar sin miedo, con una fibra, con una pasión increíble.

En París visitaba siempre la Mega Virgin Store y siempre tomaba música africana, así que estaba arraigado en mi conciencia el hacer este tipo de música”, explicó el músico originario de  Autlán de Navarro, Jalisco.

Ayer, Santana arribó discretamente al auditorio de Universal Music y tomó asiento en una de las últimas filas para observar la reacción de los representantes de los medios  y los invitados especiales que escuchaban  diez de los temas que incluirá Africa Speaks.

Con una enorme sonrisa, el músico de 71 años no paró de seguir y deleitarse con sus temas y los solos de guitarra que creó junto a su banda bajo la batuta del productor Rick Rubin y con la cantante española Buika, quien prestó su voz para algunos de los cortes del disco, que saldrá a mediados de año.

Tras escuchar el disco y de hablar sobre éste, el guitarrista recibió a una veintena de fans que le hicieron algunas preguntas. Entonces, Santana dejó al descubierto el fervor y su fe en Dios, el amor que busca profesarle al prójimo y la importancia que tiene en su vida el “perdón” (dejó en claro que ya había perdonado a ese hombre que abusó sexualmente de él cuando era niño).

Entre sus respuestas hubo una con la que provocó risas, pues narró cómo hace 50 años, cuando tocó Soul Sacrifice en el escenario de Woodstock, estaba bajo el influjo de varias sustancias.

Sentí como que estaba en un estado de conciencia más elevado. En ese tiempo tomaba mucha ayahuasca, mezcalina y LSD, y me los tomé pensando que iba a subir al escenario 12 horas después, pero los organizadores me dijeron que si no tocaba en ese momento ya no lo iba a poder hacer. Yo estaba como una amiba de colores y ahí descubrí mi primer mantra, porque me la pasé diciendo: Dios mío, ayúdame, ayúdame a estar afinado y en tiempo, si me ayudas a estar afinado te prometo que nunca lo vuelvo a hacer. Tomar ayahuasca, mezcalina o LSD es muy visual y se lo recomiendo bajo la supervisión de una persona, así que under supervision”.