Río de Janeiro. Entre sollozos y el olor de cadáveres, vecinos de una favela del norte de Río de Janeiro recuperaron decenas de cuerpos un día después de la megaoperación policial más mortal de Brasil, que dejó al menos 119 fallecidos, según cifras oficiales; sin embargo, la Defensoría Pública los tasó en 132.
Un periodista de Afp vio un decapitado, otro cuerpo con la cabeza destrozada y algunos habitantes denunciaron ejecuciones.
El letal operativo, que se produjo una semana antes de que Brasil acoja la COP30 en la ciudad amazónica de Belém, tenía la finalidad de debilitar el Comando Vermelho, el principal grupo criminal de Río que opera en las favelas. Las autoridades precisaron que de los fallecidos 115 eran sospechosos de ser delincuentes y cuatro policías.
El gobernador del estado, Cláudio Castro, aliado del ex presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, comentó que el operativo “fue un éxito”, al destacar que las únicas víctimas fueron los cuatro uniformados.
Por su parte, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se dijo “horrorizado”, indicó su ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, quien afirmó que el gobierno central no tuvo conocimiento previo de la operación.
Los cadáveres hallados por los residentes fueron dispuestos cerca de una de las principales vías del Complejo da Penha, una de las zonas donde tuvo lugar la operación, que dejó escenas de guerra en esta ciudad.
“Hay personas ejecutadas, muchas de ellas con un tiro en la nuca, un tiro por la espalda, esto no puede ser considerado seguridad pública”, afirmó el vecino y activista Raull Santiago, de 36 años.
“Degollaron a mi hijo, le cortaron el cuello, colgaron (la cabeza) en un árbol como un trofeo”, contó a la Afp fuera de la morgue Raquel Tomas, madre de Iago Ravel, de 19 años.
Anteayer hubo tiroteos, incendios y enfrentamientos entre las fuerzas del orden y presuntos criminales que usaron autobuses de barricadas y drones para lanzar bombas.
Supremo Tribunal cita al gobernador
El gobernador Castro negó que la policía hubiera matado a inocentes durante esta operación, fruto de una indagatoria de más de un año. “Cualquier error de clasificación, será seguro residual”, agregó.
El juez del Supremo Tribunal Federal , Alexandre de Moraes, pidió explicaciones sobre la actuación policial al gobernador y lo convocó a una audiencia el lunes.
El estado de Río emplea desde hace tiempo el término narcoterrorismo, “muy influenciado” por la política de Donald Trump de definir así a grupos armados locales, “pero nada lo justifica”, dijo la experta brasileña en crimen organizado Carolina Grillo.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, se mostró “muy preocupado” y pidió una “investigación inmediata” sobre la actuación policiaca.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, escribió en la red social X que “de la línea de Bolsonaro, Cláudio Castro, con su policía de Río de Janeiro, dejó 132 muertos en las favelas. Como la operación de la Comuna XIII de Medellín”, en alusión a un operativo lanzada cuando era presidente Álvaro Uribe Vélez, que dejó más de 80 muertos y cientos de detenidos en octubre de 2002.
Hasta ahora, la actuación contra el crimen más letal en la historia de Brasil había sido la matanza en la prisión Carandirú, con 111 reos asesinados, el 2 de octubre de 1992.