Ciudad de México. Al cierre de noviembre de 2025, salir a consumir alimentos y bebidas fuera del hogar, comer carne, consumir leche, transportarse, así como su cuidado personal, representó el gasto más elevado de la canasta alimentaria para las familias mexicanas, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Los mexicanos resienten el encarecimiento de la canasta básica que, hasta noviembre del presente año, se ubicó en 4 mil 809.10 pesos por persona en el ámbito urbano y 3 mil 447.63 pesos en el ámbito rural, según los datos de la canasta alimentaria más no alimentaria, lo que representó las cifras más elevadas desde al menos 1992, año en que inicia la base estadística del Coneval y que ahora continúa el Inegi.
El incremento de los precios, tanto de alimentos como de bienes y servicios, en que gastaron los mexicanos mes a mes, en un lapso de un año, la canasta urbana subió 180.27 pesos y la rural 118 pesos. Así, el costo de los productos que se consideraron en la canasta alimentaria y no alimentaria presentó un crecimiento anual de 3.5 por ciento en el ámbito rural y de 3.9 por ciento en el urbano.
El rubro de alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar (7.6 por ciento anual) y el de bistec de res (de cualquier parte que se saque), de 18.8 por ciento, presentaron mayor incidencia en el ámbito rural. En este, la molida de res (17.5 por ciento) fue el tercer rubro que más contribuyó al aumento de la canasta alimentaria. En el urbano, fue la leche pasteurizada de vaca (8.9 por ciento).
En cuanto a los alimentos (canasta alimentaria) y de bienes y servicios (canasta no alimentaria). Respecto a los productos que más contribuyeron al cambio anual de las LPI fueron los productos de la canasta alimentaria en los dos ámbitos. Esta incidencia fue mayor en el urbano (57.5 por ciento) que en el rural (47 por ciento). Respecto a la canasta no alimentaria, destacaron los rubros de cuidados personales y transporte público por ser los de mayor incidencia en el ámbito rural, 6.9 y 6.2 por ciento anual, respectivamente. En el urbano, por su parte, destacaron los de educación, cultura y recreación, así como el de cuidados personales, 5.7 y 7 por ciento, respectivamente.