Norma Piña Hernández advierte que la reciente reforma judicial podría afectar la independencia del Poder Judicial y poner en riesgo la calidad de la justicia en México durante una década o más.
Señala que los nuevos perfiles judiciales elegidos en junio tienen menor preparación, lo que podría impactar negativamente a los ciudadanos comunes y socavar la confianza en las instituciones.
Califica el contexto político de “tormenta perfecta”, donde la sobrerrepresentación de Morena y aliados permitió cambios que alteran el equilibrio entre los poderes de la Unión.
Reitera la necesidad de revertir la reforma y fortalecer la educación cívica, buscando recuperar la autonomía del Poder Judicial y restaurar la confianza de la ciudadanía en la justicia.