Marianne Faithfull, la estrella pop británica, musa y alma creativa que inspiró y ayudó a escribir algunas de las mejores canciones de los Rolling Stones y perduró como cantante de baladas y sobreviviente del estilo de vida que alguna vez encarnó, falleció ayer en Londres a los 78 años, informó su compañía de promoción musical, Republic Media.
La rubia era una celebridad antes de cumplir 17 años, se encontraba sin hogar a mediados de sus 20 y fue una inspiración para sus contemporáneos y artistas más jóvenes a principios de sus 30, cuando su crudo y explícito álbum Broken English le trajo el tipo de críticas que los Stones habían recibido. Entre sus admiradores se encontraban Beck, Billy Corgan, Nick Cave y PJ Harvey, aunque su historia siempre estaría vinculada a los Stones y a los años que salió con Mick Jagger.
Una de las primeras canciones escritas por Jagger y Keith Richards, la melancólica “As Tears Go By”, fue su éxito revelación cuando se lanzó en 1964 y marcó el inicio de su relación cercana y atormentada con la banda.
Ella y Mick Jagger comenzaron a salir en 1966 y se convirtieron en una de las parejas más glamorosas y notorias del “Swinging London”. Su rechazo a los valores convencionales se definió por un arresto por drogas ampliamente publicitado en 1967 que dejó a Jagger y Richards brevemente en la cárcel y a Faithfull identificada en los tabloides como “Chica desnuda en la fiesta de los Stones”, una etiqueta que encontraría humillante e ineludible.
La cantante ayudó a inspirar canciones de los Stones como el meloso tributo “She Smiled Sweetly” y la lujuriosa “Let’s Spend the Night Together”. Ella le prestó a Jagger la novela rusa El maestro y Margarita, que fue la base para “Sympathy for the Devil”.
A principios de los 70, Faithfull vivía en las calles de Londres y había perdido la custodia del hijo, Nicholas, que tuvo con su esposo, el galerista John Dunbar. Fue tratada por cáncer de mama, se rompió la cadera en una caída y fue hospitalizada con Covid en 2020.