Beats a favor de la paz en el EDC México 2022

Si algo tiene la música electrónica es su capacidad de sacar de manera momentánea de la realidad que se vive, pero siempre manteniendo ese pie en lo que sucede en el mundo.

La segunda jornada del Electric Daisy Carnival (EDC) no fue indiferente a los problemas que azotan al mundo, sin embargo la manera de expresarlos siempre es una sorpresa, por lo que la guerra en Europa del este y la pandemia fueron dos temas presentes de la velada a la que asistieron 98 mil personas.

El conflicto entre Rusia y Ucrania ha despertado la conciencia de los ravers, quienes están convencidos de que esta diferencia política se puede solucionar con buena vibra, por lo que algunas banderas de Ucrania se hicieron presente en la octava edición del festival de música  electrónica.

Y aunque pareciera que en la CDMX ya no hay pandemia, algunos de los asistentes no dejaron pasar la oportunidad de recordarle al público que el covid-19 es una realidad que todavía nos acompaña.

Con carteles en forma del virus que puso en jaque al mundo desde hace dos años y con jeringas que simulan la vacuna que ha sido administrada a la población, es como los amantes de la música electrónica se recuerdan a cada momento que la crisis sanitaria aún no ha terminado y hay que mantener los cuidados básicos, cómo el cubrebocas y la aplicación de gel antibacterial, para prevenir contagios.

No obstante, la música es un de los elementos más reconciliadores que tiene el ser humano por lo que la presencia de figuras como The Chainsmokers, DJ Chrysler, los mexicanos Kill the Clowns y Bemac, entre muchos otros, lograron que la velada se conviertiera en algo a favor de la inclusión y la paz

Los mejores cosplay del sábado: El chavo, La chilindrina, doña Florinda y Kiko con su pelota. Que los mamadolores, las hermosas niñas con coletas de Harley Quinn y ravers le hagan como quieran, los habitantes de la vecindad del chavo fueron la sensación. Pobres, querían subir a la rueda de la fortuna arácnida y no podían por tantas fotos que les pedían.

Y, detrás de ellos, otro compadre que se solidarizó con la tendencia del viernes. Sostuvo una cartulina, muy básica, con el símbolo de la paz y la leyenda “Rave not war. We are one”. Más adelante, la bandera de Ucrania apareció en manos de unos fans mexicanos. Los mayores respetos a los inocentes de esta estúpida guerra.

Si nos ponemos de puristas, la música electrónica se rige bajo la premisa de la hermandad. Lejos de la forma tan burda que tienen los adolescentes de embrutecer lo más rápido posible, con cheves, tragos o drogas duras y blandas, la conciencia de los más centrados es sin lugar a dudas una mayoría. EDC México no paga por pocos, ni por los carteristas que obligan a guardar celulares
y carteras en sostenes, bóxers y mariconeras, vive por ser el centro de personas tan valiosas como las mencionadas.

La tarde nos trajo actos memorables y hechos en México: Kill the Clowns y Trino con su Lento Violento, en Wasteland y Dos Equis Stage. Hardstyle y techno. Si debemos aplaudir algo, además de sus sets, es la calidad de su producción e ingeniería, cosa que desafortunadamentr no tuvieron los Ghetto Kids, en Kinetic Zen, pues su audio fue terrible. Una lástima, para tanto flow y buena ondez que despliega el trío mexicano. Quizá su magia pertenece al Dos Equis Stage o Circuit Grounds, sus viejas tarimas.

Al cierre de esta edición se esperaba el cierre de Chainsmokers, Alan Walker, Reinier Zonneveld, la gran promesa del techno, en Neon Garden; Fisher, precursor del tech house y el DJ set de Grimes, la ex de Elon Musk y una de las artistas más extrovertidas del rock alternativo.

98mil personas se dieron cita en la segunda jornada del EDC en al Autódromo Hermanos Rodríguez