Channing Tatum, ni tan rudo: se rinde ante amistad canina

Cuando el actor estadunidense Channing Tatum inició el proceso creativo de la película Dog: Un viaje salvaje, que protagoniza y dirige, tenía dos referencias muy claras para crear a su personaje, un exsoldado que encuentra en una hembra pastor belga a su mejor amiga.

La primera, era la pérdida de su propio perro. La segunda, que tal situación sucedió cuando Tatum fue el productor ejecutivo del documental de 2017, War Dog: A Soldier’s Best Friend, precisamente acerca de historias de soldados y sus perros.

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Cuando perdí a mi perro, estaba pasando por un momento bastante difícil en la vida. Fue realmente complejo, estaba perdiendo a mi mejor amigo al mismo tiempo. Pasamos por un montón de ideas diferentes para contar la historia del documental, ese vínculo. ¿Cómo es, entre un hombre y un perro, o una mujer y un perro, un humano y un perro? Eso es algo que viene de siempre.

En el documental empezamos a examinar a estos soldados, quienes han sido muy condicionados y enseñados a proyectar sus emociones, su conexión con el mundo en general. Probablemente llegaron al ejército un poco condicionados, pero al mismo tiempo realizan tareas especiales. Es fascinante ver qué tienen estas murallas en las que no dejan entrar a la gente y luego les pones un perro en la habitación y convierten a estos duros soldados en pequeños cachorros amorosos. Eso los desbloquea”, expresó Tatum, quien ha formado parte de películas como Comando especial y La caída de la Casa Blanca.

Con este contexto, el actor se lanzó a una nueva aventura con un perro en Dog: Un viaje salvaje, codirigida con Reid Carolin, quien también fue parte del documental War Dog: A Soldier’s Best Friend.

Al principio hablamos mucho del tono de Dog: Un viaje salvaje. No queríamos hacer una cinta de soldados tristes. Todas las películas de soldados, de alguna manera, tienen esta cosa oscura, hay oscuridad allí, pero también hay como los chicos que conocemos, por ejemplo, que son tan divertidos y están tan vivos”, señaló Tatum.

Reid Carolin, también escritor y guionista de esta historia, habló de los detalles y de por qué fue planteada la trama en viaje en carretera.

Cuando conectamos todos estos puntos de las experiencias que hemos tenido en la vida, siempre llegamos a la conclusión de querer hacer una película de carretera. Es nuestro tipo de película favorita, sobre todo porque están llenas de humor. Te hacen vivir y te hacen sentir algo. Te exponen a nuevas ideas, lugares y personajes salvajes.

Así que decidimos situar esta película en ese tipo de lienzo. Esperamos que logre llevar a la gente a este mundo de las fuerzas especiales y sus perros, que es muy insular y extraño para la mayoría de la gente.

No queríamos hacer una película de guerra, no queríamos hacer una película triste y oscura sobre gente rota. Queríamos hacerla sobre estos hombres que llegamos a conocer y de quienes nos hicimos amigos, que están realmente vivos. También, de estos perros que están igual o más vivos en cuanto a vibración. Queríamos sacarlos del ejército y llevarlos a este mundo de la carretera”, precisó Carolin.

Es ahí, en este viaje en carretera, donde Jackson Briggs (Tatum) y Lulu (la pastor belga), ambos con un carácter difícil de entender, deberán soportarse entre sí para darle el último adiós a su mejor amigo. Entonces se darán cuenta de la vulnerabilidad e importancia de hacerse compañía y tenerse el uno con el otro.

Ambos se han conectado para ser los soldados más duros, que nunca se rinden, sobre la faz del planeta. Y, al final de la película, ambos se encuentran rindiéndose el uno al otro y en una transición a una nueva forma de vida. Esa transición hacia lejos de la guerra y hacia una vida civil y más pacífica. Así que nos gusta que toda la historia se centre en ese viaje de rendición”, explicó.

Y ¿acerca del rodaje con los perros, sobre todo con una agenda ajustada?

Queríamos mostrar a los perros de una manera que la mayoría de las películas sobre perros no lo hacen. Queríamos que el perro fuera un personaje principal, emocionalmente. Pero también, en las películas de perros, normalmente, la forma de ver a un animal es cuando hay un plano de inserción y un entrenador fuera de la cámara está haciendo algo para que el perro tenga un comportamiento específico. Luego se vuelve a la acción.

Sin embargo, queríamos intentar filmar todo lo posible en planos generales para que el perro pudiera aprender el comportamiento e interactuar con Channing de una forma más compleja. Siempre es un reto trabajar con animales, pero nuestros entrenadores eran increíbles y Channing pasó meses y meses trabajando con estos perros todos los días que creo que fuimos capaces de lograr un nivel de realismo que la mayoría de las películas de animales no tiene”, concluyó Carolin.