CIUDAD DE MÉXICO.
Motociclista al que no le han recordado a su mamacita o no lo han bajado de pen#$%*, puede que aún no haya descubierto las aventuras que el asfalto depara a todos los amantes de la velocidad.
Tito Fuentes lo sabe. Tiene un sinfín de historias que contar sobre sus rodadas y hoy se da el gusto de dar un adelanto de su vida loca de biker con el tema Ya, mami (El imbécil de la moto), primer sencillo, ya disponible en plataformas digitales, de su próximo disco como solista El ocaso.
“Ando mucho en moto por toda la ciudad y en el trayecto vas pensando, es como una voz fuerte que va saliendo poco a poco por el camino. Casi como caminar, sólo que vas hecho la #$%*. Tengo unos apuntes que se llaman Diarios de Motocicleta Neta, cosas que me pasan de día y de noche. Esta rola viene por ahí, la mayoría de los conductores piensa que el de la moto es el imbécil.
Pero uno tiene la conciencia de no ponerse al nivel del automóvil, estás cinco veces más en el punto ciego y te puedes matar. Aquí en la ciudad todos son súper gandallas y no respetan carriles. La andada en moto se hace más divertida: vas adelante de los semáforos, del tráfico; en los hoyos te puedes matar y la gente es súper mala onda, te grita hasta que dices: ‘Ya mamá, deja me paso y me desaparezco de tu puta vida’”, compartió el músico en entrevista con Excélsior, desde los estudios Topetitud.
Sus andadas quedaron plasmadas en otras melodías, pero sólo una parte de todo lo que el también cantante y guitarrista de Molotov tiene para contar en nueve canciones dentro del género del garage, de poderosos acordes rocanroleros, de desfachatez punk y hasta unas pinceladas de hillbilly que puede uno reconocer al escucharlas.
Llegó una temporada en la que vi las rolas ahí puestas y se empezó a armar el disco solo, porque todo lo que compuse tiene que ver con la parranda, la locura, la irreverencia y un chingo de cosas bien divertidas. Se llama El ocaso exactamente por la caída del sol, me encanta la noche, el momento, pero también porque tiene un doble sentido al leerlo: ‘el locazo’, una sensación que a todos se nos ha metido”, explicó Fuentes.
Obviamente no falta su denuncia, lo que todo mundo siempre le pregunta cuando hace cosas con Molotov, con Milo, Mel y Mayel y hasta él sólo. El contexto nacional e internacional tuvo mucho que ver para dar vida a rolas como Nos quieren apañar o Kaputt.
“Es un espejo de lo que pasa en el pinche planeta esta rola de Nos quieren apañar. Kaputt salió el día que ganó el pinche Trump. ¡Me cagó la madre! Fue mi manera de decirle a las generaciones que están por venir: ‘Adiós al mundo, porque como yo lo conocía, ya no existe’. Ahora toca vivir otra chingadera.
“Estuve algo desconectado de lo que está sucediendo en todos lados. Pero en Twitter es aún más horrible, hay noticias por todos lados. Luego estar viendo la opinión de todos está cabrón. Pero me desafané, me enclaustré; no estuve en mis cuentas posteando, me quedé en el estudio trabajando para acabar este disco, pero sí está cabrón estar lejos de lo que pasa”, contó el vocalista.
EL MISTERIO
Cuando terminó el disco, Tito continuó la gira de Molotov y en mayo fue cuando les robaron su camión con instrumentos y equipo valuado en 200 mil dólares, que después fueron recuperados por autoridades mexiquenses.
Hasta el día de hoy no saben a ciencia cierta la situación, Fuentes hasta escéptico se mostró.
“¡Puta!, fue un bajón de azúcar. Desaparecen un jueves y aparecen un lunes. Está surreal todo el pinche país. No sé qué pasó. Ni puta idea, enserio. Nos hablaron que ya estaban, que unos policías sospecharon de una casa que tenía muchos cuartos ¿pero qué tiene de sospechoso eso?”, platicó.
Sin autocensura
Los molochos ya tienen sus fierros y todo apunta para que el 1 de septiembre el Palacio de los Deportes se ponga loco con el 20 aniversario del primer disco ¿Dónde jugarán las niñas?
Una joya para tenerlo en las vitrinas de cualquier melómano, que en su tiempo fue polémico por su peculiar portada de la colegiala con los calzones bajados hasta la rodilla, por las groserías en sus letras y las particulares rolas de desamor dedicadas a alguna chica como ¿Por qué no te haces para allá? … al más allá y Quítate que ma’sturbas (perra arrabalera).
Y mientras Café Tacvba tomó la decisión de autocensurar su rola de Ingrata y sacarla del setlist de sus conciertos por respeto a la integridad de la mujer y evitar propagar la violencia de género, Molotov respeta, pero ellos no seguirán el mismo camino.
“Tú decides qué cantar. El mexicano es pasado de #$%* con la mujer, sin duda es una mierda, pero esas canciones nunca fueron con esa intención, sólo son unas rolas de desamor, súper pelada, de cuando se enoja un wey y tirarse a esa onda.
“Pero no creo que generes más violencia, si en Ciudad Juárez tocas esas rolas pues tu eres responsable de eso, pero no es necesario que te autocensures”, finalizó.