-La conferencista compartió su historia tras un accidente que derivó en la amputación de ambas piernas y convirtió sus sueños en brújula para rehacer su vida.
-Llamó a las familias a elegir cómo enfrentar la adversidad, sostenerse en su red de apoyo y encontrar alegría en el camino, no sólo en la meta.
Hermosillo, Sonora; 28 de octubre de 2025.- Como parte del Tercer Congreso de la Familia, organizado por el Sistema DIF Hermosillo, Valeria de la Torre ofreció la conferencia “Resiliencia en fragmentos”, un testimonio de fortaleza y propósito en el que relató cómo un accidente en 2024 que cambió su vida y la llevó a un proceso de recuperación integral, incluida la colocación de prótesis de alta movilidad.
“Yo ese 8 de diciembre no elegí perder mis piernas, pero yo ese día sí elegí seguir adelante, sí elegí aferrarme a mis sueños y sí elegí disfrutar del proceso y sí yo quiero que algo ustedes se puedan llevar de escucharme el día de hoy es que ustedes tienen ese mismo poder, el poder de elegir el poder de soñar y el poder de caminar su camino con presencia y con conciencia”, manifestó.
Enfatizó que no sabemos qué montañas nos va a poner la vida enfrente, pero lo que sí debemos todos de saber es que tenemos todo lo que necesitamos dentro de nosotros para lograr subirlas.
Narró que, tras superar días críticos y múltiples cirugías, eligió “subir la montaña” de su nueva realidad, apoyándose en su familia, amistades y personal médico, y en una campaña de recaudación que le permitió acceder a dispositivos protésicos para retomar una vida activa.
Al dirigirse a las y los asistentes, subrayó tres lecciones centrales: elegir la respuesta ante lo incierto, porque no siempre se controla lo que sucede, pero sí la forma de enfrentarlo; hacer de los sueños una brújula; y disfrutar el proceso, debido a que la felicidad puede hallarse en cada paso del camino, con presencia y conciencia.
“No podemos controlar lo que nos pasa, pero sí cómo lo vamos a enfrentar”, expresó De la Torre, al invitar a identificar aquello que a cada persona “la hace sentir viva” y a sostenerse en su comunidad cercana.
