La importancia estratégica de hacer una reforma electoral antes del 2024

SUCESOS EN LINEA

Se tiene previsto que el proceso para la sucesión presidencial de 2024 inicie en septiembre de 2023, cuando el Instituto Nacional Electoral (INE) deberá emitir la convocatoria e iniciar el proceso para seleccionar y capacitar a los miles de ciudadanos que participarán en los comicios más grandes de la historia de México.

Una vez iniciado el proceso electoral, no se podrán hacer modificaciones a las reglas que tendrán que seguir por igual todos los partidos políticos y sus candidatos. De mantenerse la legislación actual, tanto el INE como el Tribunal Electoral tendrán facultades para fiscalizar y sancionar irregularidades en las campañas, como el gasto de recursos económicos.

La insistencia del presidente Andrés Manuel López Obrador por sacar adelante su reforma electoral antes del 15 de diciembre de 2022 ha tenido como resultado inesperado una nutrida manifestación social en contra y la cohesión de la oposición, pues los detractores del cambio a la Constitución ven un riesgo para la democracia si se elimina al Instituto Nacional Electoral (INE) y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Un sondeo de la firma Buendía & Márquez, publicado esta semana en El Universal, ubicó en un 40% el apoyo a Morena para la elección presidencial. La alianza “Va por México”, por su parte, suma un 34%. Sin embargo, la brecha se ha reducido desde agosto, cuando era de 11 puntos porcentuales.

A pesar de que la propuesta de reforma electoral fue anunciada en abril por el propio López Obrador, la iniciativa empezó a discutirse en el Congreso a finales de noviembre, seis meses antes de las elecciones de mediados de 2023 en el Estado de México y Coahuila.

A fines de la década de 1990, México empezó a transitar el camino de una democracia plena luego de que el antiguo Instituto Federal Electoral (IFE) se volvió autónomo. Entonces militante de la oposición, López Obrador lo calificó como “el logro más importante” de la democracia mexicana.

26 años más tarde, la reforma que pretende implementar el ahora presidente de la República al INE ha alarmado a propios y extraños, quienes la han calificado como un retroceso para la libertad y el pluralismo.

López Obrador llamó, desde su conferencia en Palacio Nacional, a que los mexicanos entreguen una ola de votos a Morena en la siguiente elección federal para que su partido tenga la mayoría en el Congreso y así seguir con el resto de las reformas impulsadas por la Cuarta Transformación.
“Sin duda, el sistema político y electoral requiere cambios”, opinó el analista Rogelio Gómez. “Pero no estos, no ahora y no así”, agregó el especialista, quien coincidió en que este tipo de cambios son peligrosos en la antesala de una elección presidencial.

Además, el debate se da justo cuando empieza a calentarse el ambiente de cara a los comicios del 2024 en los que se elegirá no sólo al sucesor del tabasqueño, sino también a senadores, diputados, gobernadores y miles de cargos locales.

El escenario para Morena rumbo a 2024
Diversos sondeos colocan a Morena por encima de los partidos de oposición para llevarse el triunfo en Estado de México, la entidad más poblada del país, pero si la Alianza Va por México presenta una candidatura única, la diferencia se reduce.

En Coahuila, donde el PRI tampoco ha perdido una elección, la ventaja es para el bloque compuesto por el PRI, PAN y PRD, aunque por escaso margen.

El 13 de noviembre, miles de mexicanos salieron a las calles de la capital y otras ciudades del país para protestar en contra de López Obrador para reformar al Instituto Nacional Electoral (INE), algo que, según sus críticos, debilitaría la democracia.

Si bien las encuestas favorecen al partido del presidente, Morena y a sus aliados, políticos de oposición se mostraron esperanzados de conseguir la victoria en los comicios del próximo año en Estado de México y Coahuila, y que pelearán palmo a palmo en las presidenciales del 2 de junio de 2024.

El escenario, que empieza a verse reflejado en encuestas, era impensado hace unos meses luego de que el PRI votara en línea con el oficialismo en el Congreso, fracturando la alianza opositora “Va por México” que nació a fines de 2020 entre el PRI, PAN y PRD.

“La alianza Va por México tiene la intención de voto necesaria para ser competitiva en 2024. Hemos ido creciendo los tres partidos”, señalaron los panistas en la Cámara de Diputados, poniendo como ejemplo las elecciones de 2021, cuando la oposición le arrebató la mayoría calificada a Morena en esa cámara.

Miembros de Movimiento Ciudadano (MC), que también se han opuesto a la reforma electoral, dijeron que el partido no ve con malos ojos integrarse a la alianza opositora, un impulso que le sumaría, según encuestas, hasta cinco puntos porcentuales en Estado de México y siete puntos en las presidenciales de 2024.

La postura significa un cambio luego de que, este mismo año, políticos de MC aseguraran que no existía “la más mínima intención” de unirse a la coalición opositora.


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