El secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard presentó este jueves, ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador para fortalecer los esfuerzos de mediación del secretario general António Guterres en el conflicto de Rusia y Ucrania.
“Con base en su vocación pacifista, México considera que la comunidad internacional debe canalizar ahora, sus mejores esfuerzos para alcanzar la paz”, dijo el canciller mexicano.
Detalló que el plan pacificador del mandatario mexicano incluye la participación de otros jefes de Estado y de gobierno como el presidente de la India Narendra Modi y su santidad el papa Francisco.
Ebrard explicó que el objetivo es muy claro, pues se centra en generar nuevos mecanismos para el diálogo y la creación de espacios complementarios para la mediación. Esto con el fin de fomentar la confianza, reducir las tensiones y abrir el camino hacia la paz duradera.
“Como lo ha dicho el señor Secretario General: es tiempo de actuar y comprometerse con la paz; resignarse a la guerra es siempre ir al precipicio”.
El canciller mexicano detalló que a siete meses del inicio de la guerra en Ucrania, son evidentes sus múltiples implicaciones sociales, económicas y políticas. Destacó que como en todo conflicto armado, el mayor costo lo ha pagado la sociedad civil, pues desde la invasión de Rusia, se han registrado millones de desplazamientos tanto al interior del territorio ucraniano como hacia países vecinos.
No obstante, destacó que los daños materiales son también graves y onerosos.
“Desde el inicio de las hostilidades, México ha insistido en buscar una solución diplomática“, dijo Ebrard y destacó que junto con Francia, el país impulsó junto con Francia un proyecto de resolución en ese sentido, que se tornó a la Asamblea General y dio lugar a la resolución A/ES-11/L.2 adoptada el pasado 24 de marzo”.
En su intervención, Ebrard destacó que México ha basado su postura, desde el inicio del conflicto Rusia-Ucrania, en sus principios constitucionales de política exterior los cuales están en consonancia con los principios y propósitos de la carta de las Naciones Unidas.
“No hay espacio para la ambigüedad. La coexistencia pacífica de los estados depende precisamente del respeto de todos ellos. No puede haber excepciones”, agregó.
